Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda



Un viejo que leía novelas de amor es una novela de Luis Sepúlveda publicada en el año 1989. El autor de este libro ha tenido incursiones en el cine, como escritor del guión y director de Nowhere.

El contexto literario de esta obra podría clasificarse de dos formas: narrativa posterior al "boom", ya que en la novela se ven rasgos como la ramificación constante de la narración o la aparición de lo insólito, heredado de Borges, Cortázar y García Márquez; o dentro de la corriente del neoindigenismo, continuadora de la novela indigenista de Rómulo Gallego o José Eustasio Rivera. En el contexto histórico la obra puede inscribirse en la preocupación medioambiental, presente desde los años 80.

José Antonio Bolivar es un viejo que vive en El Idilio, un pequeño pueblo de la selva amazónica. A diferencia de los demás habitantes del pueblo, él es un auténtico conocedor de la selva, ya que estuvo años aprendiendo con la tribu de los shuar tras la muerte de su esposa. Al final, estos le echaron por matar a un hombre por venganza.

Tras averiguar que sabe leer, decide buscar un género literario que lo abstraiga del mundo, y este tema es el amor.

En el pueblo aparece un hombre asesinado por una triguilla, ya que dicho hombre mató a sus crías. A causa de esto, la triguilla va en caza del hombre, así que el alcalde del pueblo decide que tienen que ir a cazarla. Marchan a un comercio que hay a unos kilómetros de allí, y cuando llegan ven al dueño y a otro hombre asesinados por la triguilla. Llegan a la conclusión de que el único capaz de cazarla es José Antonio Bolivar, así que le dejan solo con el animal. Cuando lo consigue hacer, se siente cruel por matar a un pobre animal.

Los temas principales de la novela son el conflicto entre civilización y naturaleza, que se ve en la forma de actuar de dos diferentes culturas: los colonos y los shuar. Los primeros destruyen la selva a su paso y los segundos conviven con ella, tratando de entender la naturaleza. El otro tema se trata del poder de la lectura: para José Antonio Bolivar es una forma de alejarse de los problemas del mundo, concentrándose en el amor presente en los libros e imaginándose los lugares en los que suceden.

Se ven temas secundarios como la corrupción política en la figura del alcalde, que se inventa impuestos, y el retrato detallista de la selva que da el autor al nombrar bastantes animales y mostrar algunas costumbres de los shuar.

Esta novela sirve para ver como la sociedad está dañando a la selva amazónica (desplazamiento de los animales y tribus, deforestación...). Permite ver la belleza de la naturaleza, entendiéndola y no destruyéndola, por eso, se ve la clara intención ecologista del autor.


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