La rueda de la vida, de Elisabeth Kübler-Ross
Comienza con un capítulo al que denomina La casualidad no existe, donde realiza un breve resumen de lo que ha sido su vida, lo que significaría el resumen del propio libro. Este, se divide en cuatro partes que ella denomina de diferentes formas.
Al principio nos encontramos con El RATÓN (infancia).
«Al ratón le gusta meterse por todas partes, es animado y juguetón, y va siempre por delante de los demás.»
La segunda parte es introducida por EL OSO (edad madura, primeros años).
«El oso es muy comodón y le encanta hibernar. Al recordar su mocedad, se ríe de las correrías del ratón.»
En la penúltima parte está EL BÚFALO (edad madura, últimos años).
«Al búfalo le gusta recorrer las praderas. Confortablemente instalado, repasa su vida y anhela desprenderse de su pesada carga para convertirse en águila.»
Por último tenemos EL ÁGUILA (años finales).
«Al águila le entusiasma sobrevolar el mundo desde las alturas, no a fin de contemplar con desprecio a la gente, sino para animarla a que mire hacia lo alto.»
Aquí se nos narra toda la vida de Elisabeth, la cual es un tanto especial. Atraída, desde que tuvo conciencia, hacia el ámbito de la medicina, terminó convirtiéndose en una excelente psiquiatra. Debido a, como ella dice, el destino, se interesó por el tema de la muerte y lo que viene tras ella.
A lo largo de su vida ayudó a multitud de personas y, aún habiendo fallecido continúa haciéndolo gracias al legado que dejó en sus libros.
En La rueda de la vida, debido a las experiencias que tuvo y las investigaciones que realizó, podemos entender un poco más el sentido tan abstracto de este mundo.
«Tal vez el principal obstáculo que nos impide comprender la muerte es que nuestro inconsciente es incapaz de aceptar que nuestra existencia deba terminar.»
Aquí se nos narra toda la vida de Elisabeth, la cual es un tanto especial. Atraída, desde que tuvo conciencia, hacia el ámbito de la medicina, terminó convirtiéndose en una excelente psiquiatra. Debido a, como ella dice, el destino, se interesó por el tema de la muerte y lo que viene tras ella.
A lo largo de su vida ayudó a multitud de personas y, aún habiendo fallecido continúa haciéndolo gracias al legado que dejó en sus libros.
En La rueda de la vida, debido a las experiencias que tuvo y las investigaciones que realizó, podemos entender un poco más el sentido tan abstracto de este mundo.
No voy a decir mucho más de este libro, puesto que si os ha interesado leerlo, no quiero desvelar nada más de lo que oculta entre las páginas.
Esta obra es algo que me ha gustado mucho, más de lo que pensaba que lo haría. Me sorprendió descubrir a una persona tan maravillosa como lo es Elisabeth. Es un ser muy puro, con unos ideales preciosos y una moral muy justa y buena. Me habría encantado conocerla y hablar, como solía hacer, de interrogantes que todos nosotros hemos hecho o haremos en nuestra vida.
Esta mujer me ha enseñado muchas cosas, tanto de la vida como de mí misma. No sé muy bien cómo pero sé que este libro va a ayudarme a lo largo de mi camino por la vida. He aprendido mucho con él, de cosas muy diversas.
Tiene una narrativa muy buena y es de fácil comprensión, por lo que se lee con rapidez; pero no es un libro que recomendaría a todo el mundo, puesto que en algunas partes es algo abstracto. Pero si crees en el destino, si eres una persona curiosa y de mente abierta, no dudes en abrir su pasta y adentrarte en sus escritos.
«Tal vez el principal obstáculo que nos impide comprender la muerte es que nuestro inconsciente es incapaz de aceptar que nuestra existencia deba terminar.»
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