Segunda temporada de Por trece razones

El pasado 18 de mayo se estrenó la esperada segunda temporada de Por trece razones, una serie original de Netflix cuya primera temporada está basada en el libro con el mismo nombre y esta nueva temporada es la continuación de la historia y de los personajes que aparecieron en la anterior.

En esta temporada ya no serán protagonistas las cintas, sino que ahora lo serán unas fotografías polaroid que llegarán a manos de Clay Jensen (Dylan Minnette), pero esta vez no se enfrentará él solo contra el mundo porque le acompañarán otros personajes como Justin (Brandon Flynn), Tony (Christian Navarro) y Sheri (Ajiona Alexus), entre otros.

Además, la temporada se basará en el juicio de los padres de Hannah Baker (Katherine Langford) contra el instituto, ya que le culpan de la muerte de su hija por no haber tomado medidas para evitarlo. En este juicio testificarán otros personajes dando su versión de los hechos y contando nuevos detalles de la vida de Hannah que no habíamos visto en la primera temporada. Un testimonio crucial va a ser el de Zach (Ross Butler).

Las fotografías y el juicio se van a mezclar a lo largo de los episodios porque lo que Clay va a buscar es que se haga justicia por Hannah demostrando al mundo como es Bryce (Justin Prentice), y para esto va a ser crucial el testimonio de Justin y de Jessica (Alisha Boe).

En esta temporada cobrarán más protagonismo otros personajes, como Jessica, Tyler (Devin Druid) y la señora Baker (Kate Walsh), y aparecerán nuevos personajes que serán más y menos queridos por los espectadores, como Chloe (Anne Winters), Cyrus (Bryce Cass) o Mackenzie (Chelsea Alden).

La temporada tiene un ritmo constante durante la primera mitad y después comienza a animarse poco a poco. Algunos capítulos que se pueden destacar de esta temporada son Bryce y Chloe (episodio 11) o Adiós (episodio 13).

El final de la temporada deja claro que va a haber otra después, ya que es un final tan abierto como el final de la primera temporada de la serie.

Algo que no nos ha gustado mucho de esta temporada es que aparezca el "fantasma" de Hannah, y encima con el pelo largo. Otro fallo es que es muy previsible lo que va a pasar a lo largo de los capítulos y por ello el final no ha sido ninguna sorpresa para nadie.

También queremos mencionar negativamente el hecho de que algunas escenas sean demasiado explícitas sin necesidad, algo que ocurre también en la primera temporada, como el momento del suicidio de Hannah.

A pesar de los hechos negativos, esta temporada no ha sido del todo decepcionante porque ha mostrado un avance positivo en algunos personajes y han dado un final a la historia de Hannah Baker.

No recomendamos la serie, como ya dijimos en la anterior reseña, a gente con baja autoestima o con ideas de suicidarse. La recomendamos al resto de personas para que vean el bullying que existe en los institutos y el daño que puede hacerse a las personas con algunas acciones.